lunes, 31 de octubre de 2011

Comida Comida Comida

Mañana martes día 1 de Octubre pasan dos cosas. La primera que Tamara cumple 18 añitos, felicidades :)
La segunda que hemos quedado para comer con los jóvenes de Salou. Ya se que se avisa un poco tarde, lo siento. Se ha quedado a las 12 en la iglesia. Todos tenemos que traer algo de comer para compartir con los demás. La bebida sale del fondo de jóvenes (que cosas más raras hay en ese fondo). Intentad avisad a quién podáis para que podamos ir los máximos posibles.

Nos vemos mañana.

domingo, 23 de octubre de 2011

jueves, 20 de octubre de 2011

Invisible


El versículo de los pensamientos de oro de hoy es el Salmo 23:1, el más típico y conocido de todos, el que nos sabemos de memoria. No le damos importancia, no nos sorprende, podríamos decir que es de "primero de fe". Creemos que lo conocemos tan bien que no hace falta ni pensar en él, ni recordarlo. Pero a veces, como en muchas cosas de la vida, es necesario recordar lo más básico, dar marcha atrás para reconstruir sobre ello y que no se derrumbe todo lo que hemos conseguido al primer soplo de viento. C.S. Lewis dijo en una de sus obras, cuando los libros aún eran en blanco y negro, que "los salmos son poemas, y poemas destinados a ser cantados, no tratados doctrinales, como tampoco sermones", y es que Salmos significa "canciones de alabanza". Digo todo esto porque no me quiero centrar en el Salmo como una predicación sino en quién dijo estas palabras, y lo que significan con respecto a su vida.

El Salmo 23 lo escribió el rey David. Él tuvo una vida intensa, muy complicada, pero aun así era capaz de decir "Jehová es mi pastor; nada me faltará". Me sorprende la facilidad con la que perdemos la fe, nos desanimamos por cosas insignificantes, sobretodo comparadas con las que sufrió David y aun así en éste pasaje nos transmite una paz increíble. Que yo sepa nosotros no hemos peleado con gigantes, ni hemos tenido que huir por nuestra vida ni nada de eso. Aunque también pensamos que nosotros no hemos pecado de tal forma como Él hizo. Llegó muy alto, pero también cayó muy bajo. Fue un hombre de contrastes. Me da la sensación de que nosotros no queremos subir muy alto porque nos da miedo caer y nos quedamos en nuestro cascarón. Es más fácil pensar que no nos podemos comparar con los personajes de la Biblia, que no está a nuestro alcance. Preferimos quedarnos en la mediocridad, es más cómodo. Pero realmente es muy triste, sobretodo porque no tenemos motivos para tener miedo, sólo hay que ver la vida de David y leer el Salmo 23 para darse cuenta.

23:1 Jehová es mi pastor; nada me faltará.
23:2 En lugares de delicados pastos me hará descansar;
Junto a aguas de reposo me pastoreará.
23:3 Confortará mi alma;
Me guiará por sendas de justicia por amor de su nombre.
23:4 Aunque ande en valle de sombra de muerte,
No temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo;
Tu vara y tu cayado me infundirán aliento.
23:5 Aderezas mesa delante de mí en presencia de mis angustiadores;
Unges mi cabeza con aceite; mi copa está rebosando.
23:6 Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida,
Y en la casa de Jehová moraré por largos días.



No debemos convertirnos en "hombres invisibles", no vaya a ser que lo acabemos siendo para Dios.

miércoles, 19 de octubre de 2011

La casa por el tejado


"Cuando fueres convidado por alguno a bodas, no te sientes en el primer lugar, no sea que otro más distinguido que tú esté convidado por él, y viniendo el que te convidó a ti y a él, te diga: Da lugar a éste; y entonces comiences con vergüenza a ocupar el último lugar. Mas cuando fueres convidado, ve y siéntate en el último lugar, para que cuando venga el que te convidó, te diga: Amigo, sube más arriba; entonces tendrás gloria delante de los que se sientan contigo a la mesa. Porque cualquiera que se enaltece, será humillado; y el que se humilla, será enaltecido". Lucas 14:8-11


Me encanta éste pasaje. Para mi es del "top ten", porque a lo largo del tiempo me he dado cuenta de la gran importancia que tiene. Hay mucha gente, sobretodo los que quieren descubrir su don, que quieren empezar por arriba. Es como si por ejemplo a mi me da el gusanillo de predicar y espero hacerlo el próximo domingo. En la juventud esto es muy importante porque es cuando tenemos más energía y cuando descubrimos nuestros dones, pero eso tiene el peligro de querer correr demasiado, hasta llegar a saltarnos a los demás. Lo digo por propia experiencia. Si alguno quiere hacer algo por el Señor, que trabaje con humildad y con constancia, empezando por abajo, y al final será enaltecido.

Os recuerdo que éste sábado hay excursión Vicentina. La verdad es que no sé a que hora es, pero seguro que es temprano. Lo que si recuerdo es que tenéis que llevar un par de bocatas, calzado adecuado y un chubasquero.

Postdata para Raúl y Natanael: al final lo he encontrado, para que veáis que no me lo inventé jejeje "Así que, hermanos míos, cuando os reunís a comer, esperaos unos a otros. Si alguno tuviere hambre, coma en su casa, para que no os reunáis para juicio." 1ª Corintios 11:33-34

lunes, 3 de octubre de 2011

Semáforo en verde

Hace poco me contaron algo que quiero compartir con vosotros. Una persona me explicó que hay dos formas de ver la vida, para entenderlo bien os lo voy a contar con una pequeña historia.

Érase una vez dos hermanos, Bensupe y Suamarda se llamaban. Desde su casa hasta la iglesia había dos semáforos por el camino. Un día que iban al culto, y llegaban tarde como siempre, se encontraron el primer semáforo en rojo. Bensupe al ver que se tenían que parar dijo muy enfadado "jolín que mala suerte tengo, siempre me los encuentro todos en rojo". Suamarda le miró extrañado, no entendía porqué su hermano se ponía así por algo tan normal. Más tarde, al llegar al segundo semáforo, se lo encontraron en verde a lo que Suamarda dijo "que bien, justo nos hemos encontrado el semáforo en verde y podemos pasar". Bensupe miró su sonrisa, aun enfadado, pensando "¿Porqué mi hermano se pone contento por algo tan tonto?".

Al llegar al culto Suamarda estaba contento, Bensupe no. Y todo por algo tan insignificante como un semáforo, imaginad con cosas graves como reaccionarían estos dos hermanos.

Lo que quiero decir es que no podemos dar por sentado ciertas cosas. No somos conscientes de lo que tenemos, nos pensamos que todo lo que tenemos es nuestro, que nos lo merecemos y que nada ni nadie nos lo puede quitar. Pero no podemos olvidar que somos del Señor, que Él es dueño de todo, tendríamos que estar tremendamente agradecidos por las cosas que nos da, en vez de empeñarnos en ser infelices con aquellas que no tenemos y que, quizá, sea mejor que no tengamos. Como dijo Job "Jehová dio, y Jehová quitó; sea el nombre de Jehová bendito". ¿Alguien se imagina diciendo algo así si le pasase la mitad de lo que le pasó a Job?